Gener 2022
KILLA EK
IG @killa.ek
Killa.Ek (Quito, Equador, 1991), és el nom artístic de Ana María Herrera, artista multifacètica, especialitzada en diseny, il·lustració i pintura mural. Viu a Barcelona des de el 2019 i es membre del grup Les Migras d’Abya Yala. La seva temàtica es situa en la voluntat de mostrar, a través de l’art urbà, la presencia de les dones en el món públic i específicament vol transmetre el saber les dones en la cultura dels pobles amazònics. És un plaer i una afortunada coincidència que Killa hagi pogut realitzar aquest mural al mateix temps que Les Migras han inaugurat a Ca la dona una exposició que recull un nombre important d’obres d’artistes feministes llatinoamericanes.
FemArt (FA)- En primer lloc, com et sents tu com a muralista, com a dona en el tipus d’art i en el gènere que ocupes?
Killa (K)– Yo estudié diseño y me especialicé en ilustración y, a finales del 18, me lancé a los murales, a las calles, por una necesidad de ocupar el espacio público; seguía varios movimientos, seguí a muchas muralistas y muchos muralistas también. El arte urbano era esta expresión que se plasmaba en las calles y entonces me llamó la atención y elegí este camino, con la intención de mostrar, de visibilizar ciertos conflictos. Empecé dibujando rostros femeninos, denunciando injusticias sobre la explotación en la Amazonia y mostrando cómo se configuraba el ecofeminismo en Ecuador y en muchos países de Latinoamérica, los países que rozan la Amazonia. Y así me fui involucrando en numerosos proyectos, sobre todo feministas …No fue algo planificado, sino que fue como una necesidad que se fue moldeando sobre la marcha y sí, me encontré a menudo con el miedo de salir como mujer a pintar a la calle. Ecuador es un país que sufre mucho acoso callejero y pensaba “¿qué me va a pasar? ¡Estoy pintando sola, en la calle!”. Pero no estuve mucho tiempo allí ya que pronto me vine aquí, a Barcelona. Bueno y acá las dinámicas son un poco diferentes, hay mucha apertura al arte urbano y al arte en general, des de el consumo a la gestión. Acá, como que me sentía más segura al salir a pintar a la calle, hay muchos espacios y entonces hice red con muchas chicas feministas que salían a pintar como yo, con muchas artistas latinas y así fuimos tejiendo relaciones de apoyo y de catarsis. Para mí el arte es esto, va por ahí. El muro es para hacer redes y catarsis. En realidad, casi nunca pinto sola y además está el público que está contigo mientras te expresas. Y de ahí salieron proyectos, por ejemplo, ahora imparto un taller en diálogo con Marea Verde. Es una experiencia muy linda, denunciar conjuntamente ocupando el espacio público, visibilizando conflictos, denunciando injusticias e impactando con fuerza; aunque el nuestro sea una arte efímero, es una forma muy directa de llegar a la gente… Se trata de esto, el muralismo se ha entendido, desde el grafiti y hasta ahora, como una actividad muy masculina, se trata pues de apropiarse del espacio público, dándole un giro para cambiar la dirección de los diálogos, de visibilizar la expresión y presencia de las mujeres…, se trata de denunciar ciertos problemas. Denunciar, hacer red, catarsis, pasar el tiempo, pensar en colectivo… Se trata de promover la reflexión, la autorreflexión y de romper barreras, las de género, sobre todo y en este oficio especialmente.
FA– D’acord amb tot, Killa…, Ara ens podries parlar d’aquest mural tan intens que ens has ofert.
K– Justo cuando me ofrecieron hacer este mural en relación con la exposición de las Migras, tuvimos una reunión con Lorena y Jahel, que, ya saben, habían ganado el premio de la Mostra de FemArt, que consistía en hacer una exposición exclusiva y ellas abrieron est espacio para invitar a otras artistas migras, de toda Latinoamérica, y así compartir. Tuvimos varias reuniones muy interesantes haciendo red, hablamos mucho del sur, de Latinoamérica, del arte latino… y también de la emigración, de nuestros sentimientos, de la nostalgia, de lo que significa vivir lejos de casa, de tu familia, de los tuyos, de toda esta mezcla de emociones que lleva encima una migranta y de como te conectas con otras personas… Bueno y mi mural habla de esto de todos nuestros saberes, de la transmisión … En una reunión Jahel dijo algo muy bonito, comentó que nosotras estamos siempre pensando en el legado de nuestras ancestras, pero ahora estamos aquí y debemos pensar en el futuro y en que vamos a dejar nosotras, que vamos a aportar… Mi mural simboliza el pasar de los saberes, del pasado al futuro, a través de nosotras, habla de cómo transmitir i fortalecer un legado, unos nudos, no necesariamente familiares, sino de una comunidad , para que no se pierdan… Entonces yo pensaba en todos estos saberes del pasado y también había hecho un estudio sobre las manos; antes pintaba rostros de mujeres, pero en un rostro no se pueden identificar todas las mujeres, porque los rostros son muy diferentes, cada uno tiene sus propios rasgos…ahora me interesaban las manos, hice un estudio sobre qué significan las manos de mujer y quise agarrar la idea de que esta parte del cuerpo podía representar la transmisión de saberes, saber y hacer con las manos, como nos enseñaban las abuelas, las madres. También pensé que esta parte anatómica, estas manos, podían representar la conexión entre los pensamientos y los sueños hacia la creación. La transmisión en manos femeninas representa el puente entre lo imaginario, lo utópico y lo material, cómo transmitimos estas cosas que a la vez nos transmiten a nosotras mismas. Nosotras, aunque vengamos de lugares distintos de Latinoamérica, tenemos tradiciones muy pegadas a nuestras abuelas, ellas nos enseñaron, también con las manos a ser lo que somos. A veces parece que las abuelas son menospreciadas porque están en las casas y tienen un trabajo reconocido, pero ellas son muy sabias. Nosotras estamos muy pegadas a nuestras abuelas y a nuestras familias y las abuelas representan la sabiduría. Nos han pasado muchos saberes y es lo que yo trato de poner en los muros…lo que me enseñó mi abuela y mi madre, que también aprendió de la suya y de su abuela, todo es muy simbólico. Como la Cruz del sur, la Chacana, que en la cosmogonía andina tiene un millón de significados, es un amuleto que siempre llevamos encima y que representa el misticismo de los pueblos originarios, representa los los elementos, las estaciones, las direcciones, norte, sur… representa …bueno en la cosmovisión andina no hay cielo ni infierno, representa lo de arriba, el plano terrestral, y lo de abajo en fin , es un cúmulo de saberes. También es este puente cósmico de transmisión, la usan los chamanes que son los que se conectan con los animales, con la naturaleza, con el cosmos y nos transmiten sus conocimientos, entonces esta transmisión, este puente cósmico, es el que nosotras utilizamos también para transmitirnos saberes, esta conexión material i espiritual que transmitimos también con las manos… Es como un popurrí, pero lo es todo. El mural nació de ahí, de esta conversación con nuestras ancentras, de como nosotras nos vemos en el futu, del sur, de lo que extrañamos, de estar lejos… también la Chacana es como una brújula, nos sitúa donde estamos, i de donde venimos, qué estamos ocupando ahora…
FA– Moltes gràcies, Killa, ha estat una entrevista molt interessant, t’estaríem escoltant durant hores…